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NUESTRA INSPIRACIÓN
EDITH MUNÁRRIZ
La número 5 de los 7 hijos de la familia Munárriz Steffens. A temprana edad desarrolló una espiritualidad y amor por los menos favorecidos, dotada de una gran belleza y alegría. Practicaba deportes, y fue reina del carnaval de Barranquilla. Reina de un Carnaval que fue el primero que salió de los clubes y se hizo abierto en el Paseo Bolívar para incluir al pueblo.
Reina del deporte, se distingue en su fervor por la vida de Jesús, lo que la hace una mujer piadosa. Fiel a ese amor, a los 24 años decide ingresar al Convento de Clausura de la Compañía de María. A pesar de la tristeza de sus padres por el aislamiento que aquella decisión representaba, se despide del mundo como lo conocía hasta el momento, haciendo votos de pobreza y en su encierro ejercita aún más su fe.
Cuando el concilio vaticano de Juan 23 abre la iglesia a la comunidad, ella puede dedicarse con la anuencia de su congregación a la pasión de ser misionera y dar a conocer las herramientas de Jesús siguiendo a la Virgen María como modelo de mujer. A partir de allí dedica su vida a las familias vulnerables, mostrándoles con pasión lo que es la dignidad en medio de su pobreza.
Murió en el convento a causa de una enfermedad polivalente, y su legado, que hicimos nuestro, nos habla de que hay pobreza de bolsillo y la otra, una pobreza de espíritu.
Ella es nuestra inspiración y su vida una guía para continuar su labor, ofreciendo a nuestros niños, y sus familias dignidad, protección y amor...

MARITZA GÓMEZ MUNÁRRIZ
También Sobrina de Edith Munárriz, la temprana partida de su hijo Abel Francisco Carbonell, le hizo direccionar su dolor, en amor por nuestros niños y trabajó por proporcionarnos las meriendas reforzadas para ellos.
Hoy sus hijos, extienden sus manos para apoyar nuestra misión en su nombre.
Gracias por estar presente siempre...
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